Gemcitabina se utiliza para tratar varios tipos de cáncer, incluyendo cáncer de vejiga, páncreas, pulmón, mama y ovario, generalmente en combinación con otros medicamentos de quimioterapia. Es eficaz en el tratamiento de cánceres localmente avanzados o metastáticos. Durante el embarazo, no debe utilizarse a menos que sea absolutamente necesario debido a los riesgos potenciales para el feto. En la lactancia, se recomienda no amamantar mientras se esté en tratamiento con gemcitabina. Es importante monitorear la función medular del paciente ya que puede causar una disminución en la producción de células sanguíneas, lo cual aumenta el riesgo de infecciones, sangrados y anemia. Otros efectos secundarios comunes incluyen náuseas, vómitos, erupciones cutáneas y fiebre. Este medicamento debe ser administrado bajo la supervisión de un médico especializado en quimioterapia.