Ácido Fusídico se utiliza para el tratamiento a corto plazo de infecciones cutáneas superficiales, como el impétigo y dermatosis impetiginizadas con un pequeño número de lesiones. También se puede emplear en la desinfección de zonas cutáneo-mucosas microbianas en portadores de estafilococos y en infecciones recurrentes como la forunculosis. No se han realizado estudios de interacciones relevantes y el uso de ácido fusídico tópico presenta una absorción sistémica insignificante, lo que minimiza el riesgo de interacciones con otras sustancias administradas por vía sistémica. Las reacciones adversas pueden incluir sensibilización. La aplicación durante el embarazo se considera segura ya que la exposición sistémica es mínima. Durante la lactancia, se recomienda evitar la aplicación en las mamas, aunque no se prevén efectos adversos significativos en niños lactantes.