Cloruro de Etilo se utiliza para producir una anestesia local a través del enfriamiento, especialmente en medicina deportiva para aliviar el dolor y antes de procedimientos médicos menores como venopunciones y cirugía dermatológica superficial. Las personas con hipersensibilidad a este medicamento deben evitar su uso. Se debe evitar el contacto con ojos y mucosas, así como no usarlo sobre piel herida o infectada. El uso excesivo puede causar quemaduras por congelación y el producto es inflamable. No se han descrito interacciones conocidas. El uso durante el embarazo y la lactancia no está claramente indicado, por lo que debe utilizarse con precaución y siempre bajo la supervisión de un médico.