Amorolfina se usa para tratar infecciones fúngicas de la piel y uñas, como tinea cruris, tinea corporis, tinea pedis, tinea manuum, candidiasis cutánea, pitiriasis versicolor y onicomicosis. Debe evitarse en personas alérgicas a este componente. Las posibles reacciones adversas incluyen dermatitis de contacto, eritema, picazón, y sensación de quemazón. No se dispone de suficiente experiencia clínica en niños, y debe evitarse el uso de esmaltes de uñas cosméticos y uñas artificiales durante el tratamiento. Durante el embarazo y la lactancia, su uso solo debe considerarse si es estrictamente necesario, ya que la experiencia es limitada y se desconocen los riesgos potenciales en humanos.