Olanzapina se utiliza para tratar la esquizofrenia, episodios maníacos moderados o graves y para prevenir recaídas en el trastorno bipolar cuando el episodio maníaco ha respondido a la olanzapina. Este medicamento también ayuda a controlar rápidamente la agitación y comportamientos alterados en la esquizofrenia o episodios maníacos. No se recomienda en niños debido a la falta de experiencia y se debe tener precaución en personas mayores y en aquellos con problemas hepáticos, cardiacos o que presenten disfunciones metabólicas. No debe utilizarse en pacientes alérgicos a la olanzapina o con glaucoma de ángulo cerrado. Durante el embarazo, se recomienda cautela y uso solo si los beneficios superan los riesgos potenciales para el feto. En la lactancia, se debe evitar, ya que se excreta en la leche materna y puede afectar al lactante. Mantener siempre bajo supervisión médica para ajustar dosis y monitorear posibles efectos adversos.