Olmesartán se utiliza principalmente para tratar la hipertensión arterial esencial. Este medicamento ayuda a bajar la presión arterial al bloquear una sustancia en el cuerpo que normalmente causa que los vasos sanguíneos se estrechen, permitiendo así que la sangre fluya más fácilmente. No se recomienda su uso durante el primer trimestre del embarazo y está contraindicado durante el segundo y tercer trimestre debido a posibles riesgos para el feto. Durante la lactancia, su uso no es recomendado ya que no se dispone de suficiente información sobre su seguridad. Las reacciones adversas más comunes pueden incluir mareos, dolor de cabeza, dolor abdominal y náuseas. También existe riesgo de hipotensión, hiperkalemia y problemas renales, especialmente en pacientes con condiciones subyacentes.