Levofloxacino es un antibiótico fluoroquinolónico usado para tratar diversas infecciones en adultos. Algunas de sus aplicaciones incluyen el tratamiento de pielonefritis e infecciones complicadas del tracto urinario, prostatitis bacteriana crónica, cistitis no complicadas, sinusitis bacteriana aguda, exacerbación aguda de bronquitis crónica, neumonía adquirida en la comunidad, infecciones complicadas de piel y tejidos blandos, y ántrax por inhalación. El uso de levofloxacino está contraindicado en personas con hipersensibilidad a este u otras quinolonas, en pacientes con epilepsia, aquellos con antecedentes de problemas de tendones relacionados con fluoroquinolonas, en niños o adolescentes en fase de crecimiento, así como en mujeres embarazadas y en periodo de lactancia. Entre las advertencias y precauciones a considerar, se encuentran el riesgo de tendinitis y rotura de tendones, reacciones de hipersensibilidad graves, colitis pseudomembranosa, problemas hepáticos graves y prolongación del intervalo QT en el electrocardiograma. También hay riesgo de interacciones con otros medicamentos, como los fármacos que prolongan el intervalo QT o los que disminuyen el umbral convulsivo. Entre los efectos secundarios comunes se incluyen insomnio, dolor de cabeza, mareo, náuseas, diarrea y elevación de enzimas hepáticas.