Metformina es un medicamento utilizado para el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2, especialmente en pacientes con sobrepeso que no logran un control adecuado del azúcar en sangre solo con dieta y ejercicio. Puede ser utilizada sola o en combinación con otros medicamentos antidiabéticos, incluyendo insulina, tanto en adultos como en niños a partir de 10 años. Entre los efectos secundarios más comunes se encuentran el mal gusto, náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal y pérdida de apetito. Es importante monitorizar la función renal antes y durante el tratamiento debido al riesgo de deterioro renal, y evitar su uso en pacientes con función renal o hepática gravemente afectada. La metformina no está recomendada durante el embarazo, sugiriéndose el uso de insulina para un mejor control glucémico. Para la lactancia, se excreta en pequeñas cantidades en la leche materna, pero debido a la limitada información se desaconseja su uso durante este periodo.