Ácido Hialurónico se usa como lubricante y humectante ocular para tratar el "ojo seco" o xeroftalmía, que es una condición donde los ojos no producen suficientes lágrimas. También ayuda a aliviar la irritación y sequedad ocular causadas por el polvo, el polen, el resplandor, la polución y el uso de monitores de computadoras. Proporciona protección a la superficie del ojo durante la reparación del epitelio de la córnea. No debe usarse si hay hipersensibilidad a alguno de sus componentes y se debe evitar el uso junto con soluciones oculares antisépticas o desinfectantes. Entre los posibles efectos secundarios se incluyen reacciones alérgicas como inflamación del párpado o conjuntiva, prurito y lagrimeo excesivo. Durante el embarazo no hay restricciones particulares, pero el efecto durante la lactancia es desconocido.