Dexmedetomidina se utiliza para la sedación de pacientes adultos en la unidad de cuidados intensivos (UCI) y para la sedación de pacientes no intubados durante procedimientos diagnósticos o quirúrgicos. Es importante monitorizar el estado cardiovascular del paciente durante su uso, ya que puede causar efectos como bradicardia, hipotensión e hipertensión. No se recomienda su uso en niños menores de 18 años, y debe tenerse precaución en pacientes con enfermedades hepáticas graves. Durante el embarazo, se debe evitar su uso a menos que sea estrictamente necesario, ya que no hay estudios adecuados en mujeres embarazadas. Durante la lactancia, considerar interrumpir la lactancia o el tratamiento debido al posible riesgo para el niño. Precaución con posibles reacciones de abstinencia y al combinarse con otros sedantes o anestésicos.