Atosibán se usa para retrasar el parto prematuro en mujeres embarazadas entre las 24 y 34 semanas de gestación que presentan contracciones regulares y una dilatación del cuello uterino. No se recomienda su uso en mujeres con hipersensibilidad a atosibán, con rotura prematura de membranas después de 30 semanas de gestación, con hemorragia uterina antes del parto, eclampsia grave, muerte intrauterina del feto, o con placenta previa. Es importante monitorear cuidadosamente las contracciones uterinas y la frecuencia cardíaca fetal durante el uso del medicamento. En el embarazo, debe usarse solo cuando se ha diagnosticado un parto prematuro entre las 24 y las 33 semanas. Durante la lactancia, pequeñas cantidades del medicamento pueden pasar a la leche materna, y se recomienda interrumpir la lactancia durante el tratamiento. Algunos efectos secundarios pueden incluir cefalea, náuseas y reacciones en el sitio de la inyección.