Venlafaxina se utiliza para tratar la depresión mayor y prevenir la recurrencia de episodios depresivos. También se usa para tratar el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de ansiedad social y el trastorno de pánico con o sin agorafobia. Este medicamento puede causar efectos secundarios como cansancio, mareos, hipertensión y cambios en el sueño. Se debe tener cuidado si hay antecedentes de problemas cardíacos, convulsiones, glaucoma o trastorno bipolar. Durante el embarazo, su uso debe ser considerado solo si el beneficio potencial supera el riesgo. Venlafaxina y su metabolito activo se excretan en la leche materna, por lo que se debe decidir entre interrumpir la lactancia o el tratamiento. Es crucial reducir la dosis gradualmente para evitar reacciones de retirada y controlar la presión arterial periódicamente durante el tratamiento.