Fer-In-Sol Sulfato Ferroso (Siegfried Rhein) Solución 75mg/ml 50 ml (1 frasco)

Fer-In-Sol es una solución oral de sulfato ferroso con una molaridad de 75 mg/ml, indicada para el tratamiento y prevención de anemias por deficiencia de hierro en lactantes y niños. Esta presentación líquida permite administrar dosis ajustadas según el peso corporal, lo que es crucial durante las primeras etapas del desarrollo infantil.

La carencia de hierro puede generar síntomas como fatiga, irritabilidad, palidez y retrasos en el crecimiento. Este medicamento aporta el hierro necesario para restaurar los niveles normales de hemoglobina y mejorar la oxigenación de los tejidos.

La dosificación debe ser siempre indicada por un médico pediatra, quien considerará la edad y peso del paciente, así como la gravedad de la deficiencia de hierro. Generalmente, se administra de la siguiente manera:

• Prevención: 1 mg/kg/día de hierro elemental.
• Tratamiento: 3–6 mg/kg/día de hierro elemental, divididos en 1 o 2 tomas.

Este medicamento en gotas debe administrarse preferentemente con el estómago vacío para favorecer su absorción, aunque puede acompañarse de alimentos si provoca molestias gastrointestinales. Se recomienda usar el gotero dosificador y mezclar con una pequeña cantidad de jugo (preferiblemente cítrico) para mejorar la absorción y el sabor.

Las gotas de Fer-In-Sol ofrecen ventajas importantes para la población pediátrica:

• Dosificación precisa: permite ajustar la dosis exacta según el peso del niño.
• Buena absorción: el sulfato ferroso es una forma de hierro de alta biodisponibilidad.
• Facilidad de administración: ideal para bebés que no pueden ingerir comprimidos o cápsulas.
• Eficacia comprobada: mejora rápida de los niveles de hemoglobina con seguimiento médico adecuado.

Aunque es un tratamiento seguro cuando se usa bajo supervisión médica, puede causar algunos efectos secundarios leves como náuseas, vómito, diarrea o coloración oscura de las heces, que no representa una preocupación clínica.

Es importante evitar su administración conjunta con leche, calcio o antiácidos, ya que disminuyen la absorción de hierro. También se debe mantener fuera del alcance de los niños, pues el hierro en exceso puede ser tóxico.

Nunca se debe automedicar a un niño. Ante cualquier sospecha de anemia, se deben realizar análisis de laboratorio para confirmar el diagnóstico. La supervisión médica garantizará un tratamiento seguro, ajustado a las necesidades específicas del pequeño paciente.

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