Pravastatina se utiliza para tratar niveles altos de colesterol (hipercolesterolemia primaria) y dislipemia mixta, y se recomienda como un complemento a la dieta cuando esta no es suficiente. Ayuda a reducir la mortalidad y morbilidad cardiovascular en personas con alto riesgo de eventos como ataques cardíacos. También es utilizada para reducir los niveles de lípidos en pacientes postrasplante que reciben tratamiento inmunosupresor. Está contraindicada durante el embarazo y la lactancia debido a posibles riesgos para el feto y el bebé. Puede causar efectos adversos como dolor muscular y elevación de enzimas hepáticas, y se debe vigilar especialmente en personas con problemas renales o hepáticos, así como en aquellos con una historia de consumo importante de alcohol. Las interacciones con otros medicamentos que aumentan el riesgo de problemas musculares deben manejarse con precaución.