Brimonidina se utiliza para reducir la presión intraocular en personas con glaucoma de ángulo abierto o hipertensión ocular. Es indicada como monoterapia en pacientes que no pueden usar betabloqueantes tópicos y como coadyuvante con otros medicamentos cuando un solo tratamiento no es suficiente. Está contraindicada en personas alérgicas a sus componentes, niños menores de 2 años y aquellos que reciben tratamiento con ciertos antidepresivos e inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO). Se debe tener precaución en personas con insuficiencia renal o hepática, enfermedades cardiovasculares graves, depresión y síndrome de Raynaud. No se recomienda en menores de 12 años y durante la lactancia. En el embarazo solo debe utilizarse si el beneficio justifica el riesgo potencial para el feto. Puede causar somnolencia, visión borrosa y fatiga, lo que afecta la capacidad para conducir o usar maquinaria, por lo que se recomienda esperar a que estos síntomas desaparezcan antes de realizar dichas actividades.