Clopidogrel se utiliza para prevenir eventos como infartos de miocardio, infartos cerebrales y otros problemas en las arterias en pacientes que han tenido estos eventos recientemente o que tienen algún tipo de afección arterial establecida. También se usa en pacientes con ciertas formas de problemas cardíacos agudos, a veces en combinación con otro medicamento llamado ácido acetilsalicílico (AAS). Las personas con fibrilación auricular, una afección que hace que el corazón lata de manera irregular, también pueden tomarlo para reducir el riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares y otros problemas. No debe ser usado por personas con problemas graves de hígado o con sangrado activo. Es importante tener precaución en personas con riesgo de sangrado, como aquellos con lesiones o que toman otros medicamentos que aumentan el riesgo de sangrado. Se debe suspender antes de cirugías y considerar riesgos específicos como ciertas alergias y otras condiciones. Los efectos secundarios más comunes incluyen hematomas, hemorragias nasales y problemas gastrointestinales. Es preferible no usar clopidogrel durante el embarazo como precaución, y se debe interrumpir la lactancia durante su uso.