Dexametasona es un medicamento corticoide con potentes efectos antiinflamatorios e inmunosupresores. Se utiliza en una variedad de situaciones médicas como el tratamiento del asma grave, enfermedades autoinmunes, artritis reumatoide, enfermedades dermatológicas graves y para la prevención y tratamiento de náuseas y vómitos inducidos por quimioterapia. También se usa en el manejo de edema cerebral secundario a tumores cerebrales y en casos de shock traumático o anafiláctico. En pacientes con COVID-19, se puede administrar en aquellos que requieren oxígeno suplementario. Durante el embarazo, se debe valorar cuidadosamente su uso debido al riesgo potencial para el feto, como alteraciones en el crecimiento. En la lactancia, la dexametasona se excreta en la leche materna y se recomienda su uso solo si es absolutamente necesario, pudiendo requerir el destete del lactante.