Ácido Fólico se utiliza para prevenir y tratar la deficiencia de ácido fólico, incluyendo durante la gestación, lactancia y periodos de crecimiento rápidos. Es esencial para prevenir malformaciones del tubo neural, como espina bífida, y otros defectos congénitos. Se recomienda para mujeres embarazadas, especialmente aquellas con antecedentes de hijos con estas condiciones. También es útil en casos de anemias megaloblásticas, alcoholismo y síndromes de malabsorción. Debe evitarse su consumo excesivo sin supervisión médica. Durante el embarazo y la lactancia, los requerimientos de ácido fólico están aumentados y es esencial para el desarrollo saludable del bebé y la madre.