Fenobarbital se utiliza para tratar la epilepsia, especialmente en crisis generalizadas tónico-clónicas y crisis parciales simples, así como convulsiones. También se emplea como profilaxis y tratamiento de crisis convulsivas y como tratamiento a corto plazo del insomnio. Adicionalmente, es efectivo para la espermatorrea, poluciones e incontinencia nocturna de orina. Este medicamento debe manejarse con precaución en pacientes con antecedentes de abuso de drogas, insuficiencias hepática y renal, y en aquellos con dolor agudo, ya que puede causar excitación paradójica y confusión. Durante el embarazo, el fenobarbital puede atravesar la placenta y causar dependencia física en el feto, por lo que aumenta el riesgo de anomalías fetales; en la lactancia debe evitarse debido a su excreción en leche materna, que puede causar depresión del sistema nervioso central en el lactante. Sus principales efectos secundarios incluyen reacciones cutáneas, problemas de coordinación y equilibrio, y somnolencia.