Ciprofloxacino es un antibiótico que pertenece al grupo de las fluoroquinolonas y se utiliza para tratar diversas infecciones bacterianas. Es eficaz contra infecciones de las vías respiratorias, oído, senos paranasales, piel, huesos, articulaciones y vías urinarias, incluidas infecciones graves como la neumonía y el carbunco por inhalación. También se usa para tratar infecciones gastrointestinales como la diarrea del viajero y la fiebre tifoidea. Durante el embarazo, se prefiere evitar el uso de ciprofloxacino debido a posibles riesgos para el cartílago fetal, aunque los estudios en animales no muestran efectos perjudiciales directos sobre la reproducción. No debe emplearse durante la lactancia, ya que se excreta en la leche materna y puede causar daños en las articulaciones del bebé.