Ciclobenzaprina y Clonixinato de Lisina se utilizan para tratar espasmos y dolor muscular agudo o secundario a traumatismos, distensiones musculares, tendinosas y ligamentosas, así como lumbalgia, tortícolis, luxaciones, esguinces, fracturas, mialgias, fibromialgias, radiculopatía cervical o lumbosacra, y osteoartritis degenerativa. También se emplean en otros problemas del aparato locomotor que cursen con contracturas musculares y dolor. Se deben tomar con precaución en personas con antecedentes de úlcera péptica, retención urinaria, glaucoma de ángulo cerrado, epilepsia, insuficiencia renal o hepática, e hipertensión arterial. Puede causar somnolencia, sequedad de boca, visión borrosa, insomnio, mareo, fatiga, entre otros efectos secundarios. No se recomienda su uso en personas con arritmias, alteraciones de la conducción cardiaca, insuficiencia cardíaca congestiva, infarto agudo de miocardio reciente, hipertiroidismo ni úlcera péptica activa. Su efecto durante el embarazo no está bien estudiado. Se desconoce si se excreta en la leche materna.